OEA aprobó Derechos de Pueblos Indígenas

Tras 17 años de negociaciones, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que busca proteger la cultura y costumbres de las comunidades originarias

El procurador, Héctor Arce, el canciller, David Choquehuanca, el viceministro Juan Carlos Alurralde de bolivia y el representante permanente ante la OEA, Diego Pary. efe
El procurador, Héctor Arce, el canciller, David Choquehuanca, el viceministro Juan Carlos Alurralde de bolivia y el representante permanente ante la OEA, Diego Pary. efe

 

La declaración reconoce, como una de las prioridades de la OEA, la promoción y protección de los derechos de los pueblos indígenas. Esto implica el respeto a la organización colectiva y el carácter pluricultural y multilingüe de los pueblos originarios; la autoidentificación de las personas que se consideran indígenas; y una protección especial a los pueblos en aislamiento voluntario o en contacto inicial -como algunos pueblos amazónicos-, un elemento que lo distingue de otras iniciativas en la materia.

En su resolución, el organismo subrayó que los pueblos indígenas «han sufrido injusticias históricas como resultado, entre otras cosas, de la colonización y de haber sido desposeídos de sus tierras, territorios y recursos, lo que les ha impedido ejercer, en particular, su derecho al desarrollo de conformidad con sus propias necesidades y recursos.

Con la intención de asegurar la amplia participación de representantes de pueblos indígenas, desde 1999 la OEA comenzó a trabajar en las negociaciones para elaborar un documento que garantice los derechos de todas las comunidades. Ese día llegó ayer, cuando durante las sesiones de la Asamblea General n° 46 del organismo en Santo Domingo, los 34 países miembros aprobaron el documento.

El documento reafirma el derecho al reconocimiento legal de las distintas modalidades de posesión y dominio de territorios y propiedad de los pueblos indígenas. Con su aprobación también se reconoce la libertad espiritual y religiosa de las comunidades originarias y se exige a los Estados que adopten medidas efectivas para “asegurar que sus sitios sagrados, inclusive sitios de sepultura, sean preservados, respetados y protegidos”. En relación a su educación, garantiza su derecho a “aplicar sus propios programas, instituciones e instalaciones educacionales”, siendo los Estados quienes deban asegurar su acceso.

El representante del pueblo mixe explicó que la Declaración busca que los Estados hagan cambios para que busquen nuevos modelos legislativos que contemplen los derechos de los pueblos indígenas. Los países “tienen que reformar constituciones, legislaciones y darle participación más efectiva para que los pueblos originarios puedan tener un desarrollo acorde a su cultura y a su cosmovisión”, concluyó.

pagina12.com.ar /  opinión com.bo

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