Paradoja del combate de la Vuelta de Obligado

 

 

Rafael Luis Franco (frarafael@gmail.com)

Los argentinos conmemoran la batalla de la Vuelta de Obligado, ocurrida el 20 de noviembre de 1845 y decidieron declarar esa fecha Día de la Soberanía Nacional. Para ellos, aunque fueron derrotados, aquella fue una gesta patriótica.

Gesta, en la que sus soldados se enfrentaron a las naves inglesas y francesas que rompieron el bloqueo impuesto por el gobernador de la Confederación Argentina, Juan Manuel de Rosas; un bloqueo que afectaba a nuestro país y también al Uruguay; un bloqueo totalmente arbitrario que no permitía a los barcos paraguayos bajar sus mercaderías en los puertos argentinos ni uruguayos; además de la directa intromisión porteña en los asuntos del gobierno del Uruguay; y también estaba el no reconocimiento del gobierno argentino de nuestra independencia; mientras que los otros países vecinos ya lo habían hecho hace tiempo. Una serie de conflictos que se sumaron y derivaron en aquel enfrentamiento.

En realidad la Argentina había reconocido desde un comienzo la independencia paraguaya, tan es así que cuando ellos realizan la declaración de la suya, en la provincia de Tucumán en 1816, nuestro país no es invitado a participar de aquel Congreso porque estaba plenamente aceptado el reconocimiento de la República del Paraguay como un Estado independiente de la por entonces Provincias Unidas del Río de la Plata; pero luego los avatares políticos, los continuos cambios de gobierno, los intereses mezquinos de los comerciantes porteños, que vienen de antiguo, de su Aduana, fuente de su riqueza y poder, de creerse dueños absolutos del río aprovechando su situación geográfica, hicieron que dieran marcha atrás o desconocieran acuerdos firmados.

Y así llega luego al poder Juan Manuel de Rosas, conocido popularmente como el Restaurador de las Leyes, a pacificar su país de la anarquía en que se encontraba; pero este hombre acertado en muchas cosas y profundamente equivocado en otras, quizá mal aconsejado por aquellos mercantiles y también celoso de su Aduana, que le daba los recursos necesarios; tuvo la peregrina idea de no reconocer o ratificar nuestra independencia y además, otra idea más peregrina todavía, pretender rearmar el antiguo Virreinato con cabeza en Buenos Aires, amén de inmiscuirse en las políticas del estado uruguayo; es así que el conflicto con sus vecinos fue creciendo; un conflicto totalmente innecesario ya que por parte del Paraguay, nuestro país, nunca fue enemigo del argentino y hay infinidad de documentos que lo prueban.

Don Carlos Antonio López, podríamos decir que se cansó de escribir y buscar el diálogo con aquel gobernante, con enviados y notas en “El Paraguayo Independiente”. Esta enemistad que logró el gobernante argentino hizo que el Paraguay llegara a tener como aliado al Imperio brasileño cuando el aliado natural del Paraguay siempre fue Buenos Aires, la Argentina; y noten que mientras que por un lado Rosas se ganaba de enemigo al Paraguay los brasileños, astutamente, hacían todo lo contrario; y aquí cabe pensar si la masonería no influyó en las decisiones de Rosas, ya que los comerciantes ingleses, expertos en contrabando y manipulación política, desde las invasiones pisaban fuerte en dicho territorio.

Siempre pienso que muy otra hubiera sido la suerte de nuestras Repúblicas y la suerte de aquel gobernante, que luego se exilió en Inglaterra, si Rosas hubiera reconocido y aceptado como era lógico hacer nuestra Independencia, un hecho consumado que no tenía vuelta atrás; además de abrir su comercio al mundo y aceptar la libre navegabilidad de los ríos, la Argentina hubiera sido una potencia mucho mayor que el imperio brasileño, líder en la región; su geografía, su inmenso territorio todo hacía suponer esto, pero está visto que manos oscuras y tenebrosas no lo permitieron; y decidieron que Buenos Aires y su puerto sean los cancerberos que negaban el desarrollo de la región; y cuando por fin se abrieron igual Buenos Aires y su puerto continuaron arrogándose derechos sobre toda la Nación. Juan Bautista Alberdi, el mayor intelectual argentino del siglo XIX, lo denunció muy bien en infinidad de escritos y pagó con el exilio sus principios y amor por su patria, un exilio alentado tanto por unitarios como por federales.

Pero bien, veamos qué se decía por aquellos días de aquella famosa batalla realizada en lugar conocido como vuelta de Obligado, del río Paraná, en “El Paraguayo Independiente”:

La primera noticia se da el 3 de enero de 1846, Nº 35: “Consta de participaciones que las fuerzas navales de la Intervención, compuestas de tres vapores de guerra, cada uno con dos cañones de 80, y otros ocho buques armados, y en ellos como 85 cañones de otros calibres, que subieron por el Paraná hasta la vuelta de Obligado, adonde hallaron cuatro baterías mandadas levantar por el Dictador Rosas, y una línea de veinte y cuatro buques presos por tres cadenas, que cruzaban e impedían el tránsito del río. Las baterías estaban montadas por cuarenta cañones servidos por numerosa guarnición. Se trabó el combate, que duró por ocho horas, presentando las baterías una vigorosa resistencia y terminó por un desembarque.

“El resultado ha sido tomarse las baterías, los cuarenta cañones todo cuanto allí se hallaba, y los veinte y cuatro buques que formaban la dicha línea. Los cañones después de clavados fueron arrojados al río, reservadas solamente diez piezas de bronce, que fueron recogidas por el vencedor. Se calcula la pérdida de Rosas en cuatrocientos hombres, quedando herido su gefe Mancilla.

“Los buques de guerra de la Intervención vienen convoyando setenta embarcaciones mercantes, que en breve estarán en los diferentes puertos, a que se destinan. Tales son los primeros ensayos de nueva guerra, que ha de desolar la malhadada Confederación. Cuanto más corriere sangre, se irritarán más las pasiones, más se exaltarán las pretensiones, se hará más difícil la conciliación y paz, hasta que uno de los contendores quede postrado, y reciba la Ley del vencedor”.

El Paraguayo Independiente Nº 1 del 26 de abril de 1845 –  Primer periódico paraguayo, semanario editado por la Imprenta del Estado

El sábado 7 de febrero de 1846, Nº 40, “El Paraguayo Independiente” publica esta nota tomada del “Comercio del Plata” Nº 52, diario uruguayo fundado por el escritor y periodista argentino Florencio Varela, exiliado en Montevideo desde 1829: “Destrucción de las baterías de la vuelta de Obligado. El día 20 del corriente [1845] fueron atacadas las posiciones del enemigo en el Paraná, por las fuerzas combinadas Anglo-Francesa. La resistencia fue tenacísima; el combate duró, con igual calor, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde, a cuya hora las baterías todas fueron tomadas, y el enemigo hecho pedazos, con terrible pérdida.

“Al ocupar las baterías se hallaron en una de ellas 250 muertos, y en la otra 160; todos ellos negros. Se tomaron 22 piezas de artillería. En un momento en que la infantería enemiga empezó a huir su propia caballería cargó contra ella para obligarla a volver al combate. Así se pelea voluntariamente por Rosas.”

“La pérdida de las fuerzas combinadas es como sigue: Los franceses 18 muertos y 70 heridos. (…) Los ingleses tuvieron 10 muertos y 25 heridos. (…) A las 5 y 45 minutos [de la tarde del día 20] el capitán Hotham desembarcó 325 hombres, infantería de tierra y de mar: una guerrilla al mando del capitán Sullivan fue recibida, al subir a la cuchilla, por un fuego vivo de mosquetería, pero la llegada del resto de la fuerza con el capitán Hindle hizo retirar al enemigo. Casi al mismo tiempo que el capitán Sullivan operaba el Gefe Francés su desembarco y se apoderaba de las tres primeras baterías, que empezó luego a desmantelar. El enemigo no hizo resistencia al desembarco. A la mañana siguiente fueron a tierra nuevas fuerzas y completaron la destrucción total de las posiciones: embarcaron 10 cañones de bronce y arrojaron al agua los demás.

“Juzgando por el número de muertos que se hallaron en las baterías y por las carretas que durante el día recogían los hombres fuera de combate se ha calculado la pérdida del enemigo de 500 hombres para arriba. El día 21 permanecieron las fuerzas combinadas en tierra sin ser absolutamente molestadas.”

Y es así que se da esta paradoja histórica: mientras que para los argentinos el combate de Vuelta de Obligado, el negar el paso a la escuadra anglo-francesa y a los más de setenta barcos mercantes que acompañaban es un símbolo de Soberanía, aunque hayan sido derrotados; para nosotros los paraguayos también debería ser otro tanto, otro día de principios soberanos, y con más razón, porque la escuadra anglo-francesa pudo romper el bloqueo, derrotarlos y pasar.

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Comments

  1. Extraordinario, gracias, estoy haciendo un trabajo para el colegio al que asisto a mis 75 años a un curso de computación.

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