23 de octubre de 1931: ¡Hagan lío!

Cuando el presidente Cartes -parafraseando al Papa Francisco- se dirigió a los jóvenes en mayo del año pasado, diciendo  “¡Hagan lío!”, es muy probable que no haya medido el alcance de lo que dijo.

La manifestación de esa jornada
Manifestación cívica-estudiantil  realizada en  esa jornada

 Algunos  comentarios en redes sociales, y hasta en medios de comunicación, señalan que una joven estudiante al decir que nunca la juventud tuvo la participación activa de hoy día expuso una absoluta falta de conocimiento histórico. Es cierto. Los jóvenes no saben porque nunca les enseñaron la verdadera historia.

Quien esto escribe, ejerce desde hace años la docencia universitaria y puede aseverar que el 99% de los alumnos no tiene ni idea de qué pasó el 23 de octubre de 1931, ni que fue el Movimiento 14 de Mayo, ni quien fue Blas Garay y mucho menos Alón. Son jóvenes y construyen sus destinos a partir del hoy mirando al mañana. El ayer, no les ha dejado mucho que valorar, a la luz de los resultados.

De cualquier modo, y a los efectos de rendir tributo a la juventud del pasado, compartimos extractos de lo publicado por Adriano Irala en Portal Guarani con relación a “LOS SUCESOS DEL 23 DE OCTUBRE DE 1931”.

“Nunca hubo en nuestro país agitaciones tan limpias, tan puramente juveniles, tan desvinculadas de móviles subalternos, como las que se sucedieron en los días trágicos. Surgida espontáneamente de las aulas del Colegio Nacional, la iniciativa fue acogida con entusiasmo por el pueblo, que vio en ella la expresión de sus propios sentimientos e inquietudes. Y luego, consumada la masacre, no hubo ya clases, banderías, agremiaciones, diferencias políticas o doctrinarias. Fue el pueblo todo de la capital el que, como en otras ocasiones memorables, se levantó en un solo grito de indignación y de protesta.”

“Los manifestantes recorrieron (…) varias calles y, finalmente un compacto grupo llegó hasta la casa del Presidente de la República (N. del E.: José P. Guggiari), donde profirió gritos hostiles y algunos más exaltados lanzaron piedras. Un pelotón de guardia cárceles y un grupo del Escuadrón de Seguridad, llegados sigilosamente (…) se lanzaron, a una señal convenida, sable en mano, sobre ellos. Los manifestantes se defendieron a pedradas, los heridos fueron varios y los soldados persiguieron y sablearon hasta larga distancia a los fugitivos.”

“Amaneció el viernes 23 de Octubre. A la hora de iniciarse las clases en el Colegio Nacional, los alumnos, en vez de entrar en las aulas salieron a la calle, en son de protesta contra los atropellos de la noche anterior. Después de visitar la redacción de varios diarios, se dirigieron, en medio de ruidosas demostraciones, hacia el Palacio de Gobierno. Era una columna compuesta, casi exclusivamente de estudiantes, en su inmensa mayoría alumnos del Colegio Nacional y de la Escuela Normal y un numeroso núcleo de estudiantes de medicina.”

“Sin una voz de advertencia, sin intimaciones de ningún género, las fuerzas apostadas en el Palacio rompieron el fuego sobre la manifestación. Las ametralladoras, que desde la noche anterior habían sido premeditadamente emplazadas en la terraza, hicieron luego oír su tableteo siniestro. “

“Y luego, en el momento de levantarse e iniciar la fuga las máquinas mortíferas prosiguieron su obra. Se hacía fuego por la espalda sobre los que huían; se hacía fuego sobre los que se detenían para intentar socorrer a los muertos y heridos; se hacía fuego sobre los que buscaban refugio en bocacalles y zaguanes. Se disparaba sobre los que intentaban huir hacia el río; se disparaba sobre los que buscaban salvarse por el callejón que va hacia la Avenida República.”

Diecisiete muertos y más de sesenta heridos, individualizados, cayeron en ella. El grupo directamente expuesto al fuego no se compondría de más de cuatrocientos manifestantes.”

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